Una Celebración de Flores de Mayo y el Primer Santacruzan en la Gruta Montfortiana de la Casa General de Roma
ROMA - En honor de la Bienaventurada Virgen María, la comunidad filipina en la gruta de la Casa General de los Misioneros Montfortianos, dirigida por el reverendo Padre Reynaldo B. Bullas Jr., SMM ha celebrado Flores de Mayo. Aquí en Roma en todo el mes de mayo 2019 que ha culminado con la procesión de Santacruzan.
Flores de Mayo es un festival religioso que se celebra en Filipinas en el mes de mayo. Es una de las devociones a la Bienaventurada Virgen María y que se hace durante todo el mes de mayo. La fiesta se marca generalmente por la ofrenda cotidiana de flores a la Madre Bendita de la Iglesia. Sin embargo, la comunidad filipina aquí en Roma ha celebrado el acontecimiento de una manera especial y única. En vez de ir a la iglesia, los devotos marianos bajo la notable dirección del padre Rey, han tenido una visita de familia de casa a casa, llevando la estatua de la Bienaventurada Virgen María del 1 al 31 de mayo de 2019.
Cada visita empieza con una bella melodía a la Madre Inmaculada como canción de apertura. Luego, una oración de aceptación a la Bienaventurada Madre se ora por un miembro de la familia respectiva y es seguida inmediatamente por el rezo de santo rosario. Después, la familia o toda persona del grupo está animada a hacer una plegaria personal. La mayoría de ellos han dado gracias a Dios por todas las bendiciones que han recibido mientras otros han orado por una buena salud, un empleo estable, una relación armoniosa con otras personas, la paz y la unidad, una larga vida y sobre todo, por la seguridad y el futuro brillante de sus hijos. Además, el padre Rey da también su bendición especial a las familias y a cada uno de ellos compartiendo sus fervientes oraciones que les hacía emotivos incluso algunos lloraban.
Cada familia ha sido encantada de la visita de la Bienaventurada Virgen y, con estas oraciones, han encontrado sus afectos a Dios que alumbra y calienta su corazón los unos con los otros. Todos estaban de buen humor. Poseyendo los valores de la hospitalidad y de la generosidad, cada familia comparte también sus bendiciones preparando una suntuosa cena para los devotos marianos de visita. A la tarde siguiente, una oración de adiós se leía antes que la estatua de la Virgen María sea llevada a la próxima familia, la celebración seguía en la casa vecina.
Como punto culminante de la celebración de Flores de Mayo, una fiesta religiosa llamada Santacruzan tuvo lugar en honor de la Reina Elena, la madre de Constantino el Grande, primer emperador cristiano, que ha encontrado las reliquias de la Santa Cruz de nuestro Señor Jesucristo y también ha puesto fin a la persecución de los cristianos. Conducido por el padre Rey, cada familia visitada por Nuestra Señora tenía un “Segala” para la procesión que describe una figura bíblica de mujeres significativas y títulos marianos, vestidos con hermosas guirlandas. Solo para citar algunos: Reina Esther, Reina de la Paz, Reina del cielo, Reina de las Flores y el más popular de ellos, Reina Elena. Las mujeres elegidas se sentían tan felices y benditas de ser los “Segalas” para caminar en la procesión. Caminando hacia el altar, cada Sagala ofrecía flores a María, la Bienaventurada Madre de Dios que ha sido coronada por la Reina Elena después de la ofrenda de la flor. Las oraciones, más poderosas en el mundo a nuestro Señor, se hacen por la intercesión de la Madre Bendita y el conjunto de la procesión de Santacruzan simboliza el Rosario como la oración de intercesión de la Bienaventurada Virgen María.
El festival se concluyó por la celebración de la Santa Eucaristía presidida por el padre Reynaldo B. Bullas Jr., SMM con el general adjunto, padre Felix Mabvuto Phiri, SMM como celebrante que estaba presente durante toda la celebración. Después de la misa, la comunidad se ha quedado a comer juntos como signo de amistad entre ellos.
Celebrar Flores de Mayo es una manera significativa de valorizar la cultura filipina que describe las virtudes de la habilidad y de la creatividad, la fidelidad, la unidad en el bayanihan o ‘el espíritu de trabajar en equipo’, el trabajo intenso, y la obsequiosidad inspirada por la Espiritualidad Montfortiana y guiada por las enseñanzas de San Luis María Grignion de Montfort. Era en efecto un salto de fe.
Rodrigo A. Jacaban Jr.
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