Acuciados por la Caridad de Cristo
QUEZON CITY, Filipinas – En la tarde del hueves 6 de mayo de 2020, Mientras el Metro Manila está totalmente bloqueado, los novicios montfortianos, los escolásticos, el personal auxiliar y algunos sacerdotes, el padre Norwyn Baydo, smm, superior de la delegación filipina, han preparado 300 bolsas de comida, bebidas y postres para distribuir, en la región de Quezon City, a los pobres y a los necesitados. Había cuatro grupos para una mejor organización y para servir una mayor zona.
Vivir la llamada del Evangelio de Mateo 25, 35, “tuve hambre y me disteis de comer, tuve sed y me disteis de beber”, es una manifestación de las obras de misericordia corporal. Como Montfortianos, y como discípulos de Jesucristo, el Buen Pastor, seguimos haciendo resonar la misma misión de nuestro fundador querido.
Durante los últimos días, la comunidad ha tomado la iniciativa de sensibilización porque la puesta en cuarentena comunitaria ha sido prolongada. El noviciado ha tenido dos episodios y la comunidad de los escolásticos cuatro. El novicio Hilton de Papúa-Nueva Guinea ha subrayado su experiencia declarando que “la distribución de comida es un gesto caritativo y un momento inestimable de encuentro personal con Jesús con los pobres y necesitados”. También, el hermano François Ancheta, escolástico de cuarto año, ha declarado: “Estamos llamados a ser Cristo para los demás, particularmente durante esta pandemia, para que sienten el amor y la compasión de Dios. Es un gesto concreto y sencillo para mostrar nuestra solidaridad a los que lo necesitan y para compartir las bendiciones que hemos recibido de la Providencia de Dios.”
Es en efecto una poderosa toma de consciencia de ser simplemente el canal de gracia de Dios para nuestros hermanos que sufren. El padre Paul Arnel, smm, nuestro maestro de novicios, ha compartico sucintamente su experiencia personal de como se sentía “de nuevo fiel” a su identidad como canal de bendiciones, de la compasión y de los cuidados de Dios de manera tangible. Este punto de vista ha sido también compartido por el hermano Harnold Montoya, estudiante en segundo año de teología, que ha dicho que “ser generoso para los que necesitan, es como responder a su propia oración, siendo utilizado por Dios como su canal de gracia”. Además, el hermano Armel Collantes, un estudiante de tercer año de teología, ha declarado: “Aunque oremos por los que sufren y los hambrientos, es importante hacerles sentir que alguien se ocupa de ellos por nuestro compartir de comida sencilla, pero llena de amor”.
Yo mismo he visto el reconocimiento de nuestros queridos amigos al recibir nuestros regalos sencillos, con sus infinitos “Gracias” y “Que Dios os bendiga” con sus auténticas y hermosas sonrisas. Una escena reconfortante para mí ha sido cuando los niños ha gritado con voz fuerte: “Que la biyaya, que la biyaya!” (“¡Hay una bendición, hay una bendición!” De hecho, sentía que estaba bendecido por esta experiencia profunda. El simple hecho de ser el canal de gracia a Su Divina Providencia para los abandonados y los necesitados en nuestra sociedad ha sido posible gracias a Su Divina Providencia. Damos gracias especialmente a los generosos bienhechores así como al padre Roy Millano, smm, nuestro propio misionero filipino en Papúa-Nueva Guinea. La incapacidad de volver a su lugar de misión por el bloqueo total no lo ha disuadido de ser fiel a la misión. ¡Estamos agradecidos más allá de las palabras por su contribución a la distribución de comida de la comunidad internacional del noviciado!
¡Gloria a Dios Solo!
Hno. Oliver Abasolo, SMM
Novicio
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