Celebración de la Pascua en confinamiento
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MADAGASCAR – Este año, hemos celebrado de la fiesta pascual en un período muy extraño: en plena pandemia del Covid19 y del confinamiento. Los cristianos ya no pueden participar físicamente a las celebraciones eucarísticas desde el 21 de marzo, cuando el presidente de la República ha anunciado el confinamiento parcial que está en vigor hasta ahora. No se autoriza los desplazamientos no indispensables. Los fieles han sido informados que pueden unirse a las liturgias de Semana Santa y de Pascua, por los medios de comunicaciones, como la Televisión, la radio o las redes sociales.
En cuanto a nosotros, las dos comunidades vecinas (comunidad provincial y del postulado) en Andraisoro, hemos celebrado juntos la fiesta de la Pascua que ha tenido un sabor bastante particular (en la alegría y la esperanza). Hemos tenido tres sacerdotes: El padre Bruno (Provincial), el padre Jean-Claude (Comunidad del Sagrado Corazón Tamatave, temporalmente con nosotros, por su control sanitario) y el padre Philibert (Cura de la parroquia Andraisorao). Las dos comunidades se unían para realzar la celebración de la Pasión y Resurrección de Cristo.
El Domingo de Ramos, cuando Jesús llega a Jerusalén, aclamado por la muchedumbre, hemos sido guiados por uno de los puntos de la homilía del Papa Francisco “Vivir para servir”, signo de amor frente al drama de la pasión.
El Jueves Santo, el padre Bruno, en su homilía, ha insistido en que “Cristo se ha hecho alimento, prueba de amor último”. Así, nosotros, por la misión que nos ha sido confiada a cada uno, “debemos dar lo máximo”.
El Viernes Santo, día de la crucifixión, día de ayuno, y el Sábado Santo, día de silencio y de recogimiento, antes de la Vigilia pascal; hemos sido invitados, por el padre Jean-Claude, a tomar la iniciativa de acercarnos a Jesús, como las tres mujeres que se precipitan a su tumba, con la esperanza del renuevo.
El domingo de Pascua, se unieron a nosotros las Hermanas Misioneras del Evangelio (asociadas a la parroquia en la pastoral). En su homilía, el padre Philibert nos invitaba a “estar con Cristo resucitado”.
Tenemos que señalar que todas estas celebraciones se han desarrollado en la capilla comunitaria. Hemos concluido la fiesta por la comida fraterna compartida entre los miembros de la comunidad provincial y del postulado.
AD JESUM PER MARIAM.
F. Victor Stagiaire, SMM
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