Montfort EurHope: Un Exorcista Montfortiano

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Montfort EurHope: Un Exorcista Montfortiano

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Publicado de SMM Communications en Italia · 5 Mayo 2020
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SANTERAMO IN COLLE, Italia El padre Daniele Carraro, montfortiano (73 años) ejerce el ministerio de exorcismo en una diócesis del sur de Italia desde hace más de 25 años. Con él intentamos comprender el sentido de esta misión.

Padre Daniel, ¿cómo puede definir el ministerio del exorcismo?
Este ministerio está considerado hoy como una expresión de la consolación, particularmente por los que viven unos problemas vinculados con el mundo de lo oculto. Los que tienen este tipo de problema, si por un lado necesitan de un psiquiatra, pueden necesitar también de un sacerdote que, desgraciadamente, por la complejidad de su situación, muchas veces se lavan las manos como Pilatos. Este ministerio hoy recupera su dimensión más eclesiástica y menos esotérica para ayudar todo este mundo que necesita consolación, apoyo y escucha.
 
¿Cómo ha empezado este ministerio?
Es el obispo que me ha pedido este servicio para su diócesis de Altamura. Al principio le he dicho que no sabía lo que era este mundo y que de cualquier manera tenía que consultar a mi provincial. Al cabo de diez días, me mandó a un joven italiano que, en Inglaterra para unos estudios, estaba implicado en sesiones de espiritismo y que padecía de trastornos psiquiátricos. Entonces he hablado con el provincial y el obispo ha empezado a enviarme más gente. Tenía que aprenderlo todo, pero la primera cosa que he hecho, es escuchar a estas personas. La escucha es la primera liberación, porque hace que la gente se sienta cómoda. En realidad, es gente que tiene vergüenza de hablar de lo que vive con el miedo de ser juzgado como ‘loco’. Así, el lugar que le acoge es un lugar de escucha. Mientras tanto, he empezado a leer y a participar a sesiones de formación para desarrollar una manera de ver justa y pastoral. He comprendido que el exorcismo es un sacramental que discierne y cura, pero no es una cosa automática y, sólo, no basta. He empezado a incitar a grupos de oración para sostener el exorcismo, y también el camino de los que quieren cambiar de vida.
 
¿Cuál es el acercamiento con la persona que viene para un exorcismo?
Cada día de la semana, acojo a la gente. Los que vienen para el exorcismo, tienen muchas veces una mentalidad “mágica” que desearía instantáneamente un milagro. Como sacerdote, les invito a un viaje de conversión, de acercamiento a Cristo y unas oraciones.
 
Cada viernes, propongo un día de oración dirigida por unos colaboradores para los que quieren evolucionar y aprender a orar. Durante este tiempo de oración, estoy disponible para las confesiones con la ayuda de otro sacerdote, porque muchas personas participan a estas reuniones. Cada martes por la mañana, proponemos una catequesis en una sala proporcionada por una comunidad religiosa femenina. La finalidad es ayudar a comprender que nuestro punto de referencia es Jesús y no el diablo, lo que permite desviar la atención del problema hacia un camino de conversión. Un sábado al mes, organizamos una recolección en un santuario mariano, con la misa y un tiempo de adoración. Se proponen también peregrinaciones a santuarios marianos.
 
¿Tienes colaboradores para todas estas actividades?
El estilo de colaboración está presente desde el principio. Un grupo de colaboradores que ha hecho el camino espiritual se comprometen a acoge a la gente con toda discreción. Otros han contribuido a la renovación de los locales creando unas salas de espera, una sala de oración de 200 plazas, un lugar adaptado al exorcismo, etc. Algunos voluntarios prestan servicios de secretariado preservando la “privacidad”. Son también un filtro para discernir si las personas necesitan de verdad del exorcismo o si tiene que ser dirigidas hacia otro tipo de ayuda. Una psicóloga está presente dos veces a la semana. Algunos colaboradores animan los tiempos de oración. Unos cohermanos me ayudan para las confesiones. Ahora tengo a un capuchino que me ayuda a recibir a las personas.
 
Unos matrimonios se unen al centro para empezar un recorrido de fe. La finalidad es que puedan re-descubrir una pertenencia a la vida de Iglesia en su parroquia.
 
¿Cuál es la nueva noticia de esta experiencia?
La gente que viene vuelve a empezar a ver lo positivo. Pasa de las tinieblas a la luz. Un padre que me había traído a su hija ha dicho que su familia había pasado de la maldición a la bendición. El hecho de ser acompañados en su fragilidad les alivia. Tenemos que aprenderles la paciencia y el sentido de la aceptación.
 
¿Cuál es el vínculo con la misión de Montfort?
Montfort ha ido en el campo cerca de los pobres que no habían sido evangelizados y muchas veces estaban abandonados por la iglesia. Traer a la fe y reabrir la esperanza es una misión montfortiana. Luego, la presencia de María en el ministerio del exorcismo es esencial. Satanás se pelea con Dios y con María. ¡Es un perdedor! El diablo no puede soportar la humildad y la claridad de la Virgen María.
 
¿Proyectos para el futuro?
Sueño que la gente pueda sonreír y encontrar la luz de Dios. Sabiendo que esta realidad está muy extendida y atrae mucha gente en nuestra Europa, quisiera continuar con medios sencillos a trazar un camino de luz, particularmente para los jóvenes. Continuar a ser una puerta abierta para estas personas.
 
 
SMM Comunicaciones










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